Gracias a los genes de mi querido papi, tengo pestañas largas… pero lacias y de «aguacero». Recuerdo que, cuando entré a secundaria, intentaba enchinarlas usando la credencial del colegio (ya sé, WTF!) y después con un enchinador que tomaba a escondidas del tocador de mi tía. Supongo que mis pobres pestañas daban lástima y fue …